miércoles, 20 de junio de 2012




Y   entre  estos recuerdos…Mi Padre.

Recuerdo  que jamás me contó una historia…
Solo me enseñaba…

Manuel su nombre…Alto, de espaldas,… ancho,
Fuerte, de pelo negro, …rizado y áspero,
Como de un perro de aguas el pelo…
…Jajaja, como el mío, eso heredé de Él
Y,  más cosas, pues a Él bastante me parezco,
o, eso dicen algunos, solo que más pequeño.

Era cojo…,
A los siete años sufrió la Polio, le imposibilitó,
Le amarró, de por vida, a unas Muletas,
Pero, siguió adelante,…

De Pequeño si me inculcó algo fue…
Que…Si algo empiezas…
Acábalo…a pesar de inconvenientes…
Y,…
A ser Tenaz…eso también…

Era de carácter Fuerte, pero Calmado…
Frío…
De palabras parco…De proceder recto,
O blanco o negro, De grises no era amigo,
Ni de las mentiras…

Jamás me pego, ni tampoco impuso castigo…
Solo con ver su mirada, bastante era…
Seguido por su Vacio…, te ignoraba…
Hasta que creía conveniente…

Fue un Hombre que se a sí mismo hizo,
De humilde cuna, con nota, acabó bachillerato,
Conoció a mi Madre, una humilde sirvienta,
de la profunda Montaña, De Sierra Elsa.
En contra de mi Abuela, se casó con Ella.
Marchó a su casa, creo una familia, vivió su vida.
Tuvo éxito, gano dinero, formó empresas…
Hubiese llegado lejos, si…
La Muerte, Nuestra Amiga…
No lo hubiese reclamado tan temprano…
Murió a los cuarenta años.
Yo tenía aquel entonces diecisiete…-

Pasé tiempo con él, a diario, más termino todo…
cuando cumplí los diez años...
Cuando comenzó el bachillerato,… su presencia se esfumó,
Solo alguna noche en la cena, sí con ellos cenábamos,
Le Veía…
También en su despacho, cuando de alguna trastada,
cuentas tenía que dar…
O algún fin de semana…que en casa coincidíamos,
Más solo eso…coincidíamos…

Su despacho…para mí un sitio Mágico…
Tan…, de sus cosas lleno, las paredes, cuadros de barcos…
Las estanterías, tan…, de libros repletas…
Libros, que a hurtadillas, a mi habitación llevaba,
Y, una vez allí, entre sus páginas viajaba…
¿ A dónde…?
Igual daba…Con Sinhué por Egipto…
Con Julio Cesar por las Galias…
O, con La Hija de Ryan…por Irlanda…
tonto de mí,…jajaja
Ese libro tarde tiempo en comprenderlo…
Era muy joven…

Recuerdo también, que ese libro me costó un buen castigo,
mi otra madre se indignó…
-Este niño…que va a ser…me acabará matando…-decía…
No era para mis años lectura…pero cayó en mis manos,
Yo la miraba serio, jajaja… por dentro me reía…

Tenía doce años entonces, y…con todas mis Fuerzas,
Os lo aseguro…La odiaba…
no sabeís a que punto…
Bueno, tanto como puede odiar un niño…-

Y me volqué en mi Tío José…

El se convirtió en mi Padre…le conté mis amarguras…
Me escuchaba…me decía…
- Tranquilo Adrián…es la vida,
No guardes rencor por eso…es tu familia…
-Los hombres pensamos antes de odiar,
no es cosa vana hacerlo…
-Piénsalo, decía… nunca,… haz esto o lo otro.
Solo como eran las cosas, me contaba.

Ya conocía entonces a otros chicos de mi edad,
Fuera de los del colegio los vecinos…a…
Hijos de pescadores, que, de grumetes, en la Mar,
trabajaban…, A media paga…,
y, de estudiar…
Nada.

Comenzó entonces, en mí a geminar la semilla,
Plantada por “El Despertar”  hacía ya tiempo.
Dejaron de preocuparme las cosas…,
de mis compañeros, los desprecios, su opinión…
y, …de los demás Todas.

Empezaron otras…

¿ Como era posible…? Me preguntaba…
Si Dios existe, y es justo, como dicen…
¿ Como esto permite…?
A dejar de creer en él, comencé,
y a la iglesia, de seguir…
Busqué por otros caminos….
Más a su tiempo.

Tenía unos doce años, recién cumplidos…
Me creía listo…Iluso…
¡ Que poco, Aún, de la Vida sabía...!

Fue por esas Fechas, lo recuerdo…
Tan lejos… y tan cercano al mismo tiempo…
Una noche…en la faena… Me lo dijo…
-Adrián, tu padre está enfermo…
Tiene cáncer…no saben cuánto tiempo…
Aún lo recuerdo…
Y Yo, nada dije…, Seguí a lo mío…
Él respeto mi silencio…
Nunca volvimos a hablar de ello.
Más ahí estaba

De mi Padre ocupó el lugar, a su manera…

A Él conté mis primeras experiencias con amigas,
Más en eso…
-Cada palo a su vela…jajaja…
 Ahí tienes que navegar tú solo…con cuidado,
 Y, con respeto…- Solo eso.

Más tuve suerte…era viudo y se casó con una joven,
Era muy Bella, rondaba la treintena…
Aún vive, Menchi se llama…y, aún igual sigue…
Me tomó bajo su manto…me dio consejo,
De mis primeros besos y caricias,
le conté todo…,

Jajaja… y Alegre  se reía...

Aún recuerdo como, divertida, me miraba…
Como me preguntaba, y, como, entre risas,
intentaba explicarme, un poquito…,
Un divertido mundo…,
el de las Mujeres...,

Y otro, aún más, para mí al menos ahora,
que no entonces,…
el de su Mente.

El venteavo día del sexto més del 2012.

                      En la Bahía de Thorvick.



                                                           Adryc Manellsön.





3 comentarios:

  1. Gracias por compartir estos recuerdos de infancia que al final del día son los que dan significado a nuestras creencias, acciones y pasiones...
    Un saludo desde México!

    @anaschwarz

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  2. Me he quedado con esta última frase:

    Y otro, aún más, para mí al menos ahora,
    que no entonces,…
    el de su Mente.

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  3. Muy buenas memorias. Me imagino cuanto has de disfrutar escribiéndolas.

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